Escrito por: Javier Navarro
El fútbol de Turquía atraviesa una fuerte crisis, con la detención de árbitros y responsables de clubes acusados de vínculos con casas de apuestas deportivas. Anteriormente, la Federación Turca de Fútbol (TFF) había suspendido a 149 árbitros y asistentes por apostar de manera activa.
El Turquí el fútbol atraviesa una falta de transparencia como nunca antes.
Detenciones por corrupción en el fútbol de Turquía
El escándalo por los vínculos entre autoridades deportivas y casas de apuestas ha dado un nuevo episodio en el fútbol de Turquía, con la orden de detención a 21 personas. De ellas, 17 son árbitros. Los restantes: el presidente del Eyupspor, Murat Ozkaya; el expropietario del Kasimpasa, Turgay Ciner, y el expresidente del mismo club, Fatih Sarac.
Se les imputa haber influido en el proceso de los partidos para manipular su resultado, con el fin de obtener ganancias en apuestas deportivas. La investigación fue llevada a cabo por la Fiscalía General de Estambul.
El fútbol de Turquía estaría comprometido en todas sus divisiones, según las declaraciones de los fiscales. Entre las pruebas se cuentan registros financieros de cinco años, en donde hay pruebas de depósitos y retiros en casas de apuestas.
Las sospechas de amaño deportivo ya habían incluso escalado hasta el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien en octubre expresó que el Estado debe tomar cartas en el asunto para prevenir la corrupción del fútbol.
Las sanciones de la Federación Turca de Fútbol
En paralelo a la investigación de la Fiscalía, se desarrolla el proceso disciplinario interno, correspondiente a la Federación Turca de Fútbol (FTT). La entidad ya dio de baja a 149 árbitros y jueces de línea, tras descubrir que contaban con cuentas en páginas de apuestas deportivas.
Según los códigos de ética de la FTT y de la FIFA, los protagonistas del deporte no pueden apostar, aun cuando sea en partidos en los que no están presentes. Es una de las garantías de integridad que se respetan en todo el mundo.
El presidente de la FTT, Ibrahim Haciosmanoglu, reveló que uno de los sancionados contaba con registros de más de 18.000 apuestas realizadas. Otros 42 árbitros habrían colocado apuestas en más de mil partidos.
Por su parte, los colegiados emitieron un comunicado conjunto en el mes de noviembre, en el que se defendieron de las acusaciones. En su versión, ninguno de ellos habría tenido contacto con casas de apuestas, y las denuncias serían parte de un plan para deslegitimar el fútbol de Turquía.
Desde la prensa local se impulsa una campaña que se conoce como “manos limpias”, que implica una reestructura organizativa del deporte. Mientras que los árbitros apoyan una modernización del fútbol, se oponen a ser el objeto del escrutinio público en lo que, en su perspectiva, se ha convertido en un juicio tendencioso y sesgado.
Una crisis que tiene historia
El arbitraje suele ser motivo de debate en las ligas de todo el mundo, pero en Turquía el fútbol se ha vuelto protagonista de la discusión política. La tensión institucional se volvió muy evidente en 2023, cuando el entonces presidente del MKE Ankaragücü, Faruk Koca, agredió físicamente al árbitro Halil Umut Meler.
El directivo del club dio un golpe de puño al colegiado, luego de que el equipo rival empatara el partido en el minuto 97 de juego. Esto conllevó a la suspensión temporaria de toda la actividad de fútbol en Turquía.
En paralelo, el país está experimentando un crecimiento sin límite del mercado de apuestas deportivas. Según el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, más de la mitad del juego online pasa por plataformas sin licencias. Este año y al anterior se dieron numerosas incautaciones del gobierno, pero las plataformas ilegales vuelvan a surgir con nuevos dominios.
En Turquía los patrocinios deportivos de casas de apuestas siguen prohibidos. El Galatasaray firmó un acuerdo con un portal de noticias vinculado a un operador de juego y tuvo que rescindirlo, en lo que marca una postura estricta de las autoridades. Así y todo, el mercado sigue empujando para hacerse un lugar mayor.
