Las estafas por WhatsApp son muy habituales en los tiempos que corren. Los delincuentes utilizan métodos de persuasión muy rigurosos para manipular a sus víctimas y convencerlas de que realicen una acción determinada. Estos métodos de manipulación para obtener información confidencial se dan a través de lo que se denomina ingeniería social.
Con diferentes modalidades de acercamiento intentarán la suplantación de identidad, el robo o apropiación de cuentas personales y la distribución de Malware, que implica la descarga de publicidades invasivas no deseadas. Conocer cómo operan los estafadores es fundamental para prevenir los engaños. A continuación, enumeramos los modos de acercamiento más habituales.
Mensajes falsos de marcas por WhatsApp a sus clientes
Como en las estafas en Airbnb a la potencial víctima le llega un mensaje que manifiesta las ganas de la empresa de celebrar con sus clientes. Ya sea por un aniversario o por otras fechas importantes como, por ejemplo, el Black Friday, la marca invita al usuario a acceder a un premio realizando una descarga a través de un enlace enviado en el mismo texto. Para eso, sólo tendrá que rellenar una encuesta.
Pero una vez llenada la encuesta, se despliega otro anuncio que indica que es necesario un último paso: compartir el mensaje con su lista de contactos de WhatsApp. El premio nunca llega y las víctimas terminan en portales de publicidad que invaden la pantalla con múltiples ofertas fraudulentas.
Es importante tener en cuenta que los estafadores son inteligentes y logran confundir a las víctimas utilizando logos, tipografía y tonos de mensaje muy similarea a los que utilizaría la marca o empresa. Además, cuando la persona ingresa al link y llena la encuesta verá mensajes de perfiles falsos que expresan su gratificación por haber sido beneficiados con un premio.
Estafa por WhatsApp de un familiar en el extranjero
En este tipo de engaño los estafadores intentan establecer un diálogo con la víctima, algo que pasa también cuando se cae en una estafa por Tinder. La mensajería de WhatsApp tiene la particularidad de simular un entorno de intimidad y es ahí donde somo más vulnerables. Es frecuente creer que, porque alguien tiene nuestro número y nos escribe con confianza, se trata de una alguien que nos conoce, como un familiar o un amigo. Las artes de la manipulación demuestran que no necesariamente es así y abren el campo para que los delincuentes desplieguen sus herramientas para estafar.
La conversación se inicia con la llegada de un mensaje de un número desconocido de alguien que supuestamente está viviendo en otro país y que intenta que la potencial víctima recuerde. Por ejemplo:
- ¡Hola! Saludos desde lejos…
- No me habrás olvidado, ¿no?
- ¡No me digas que me escribe Juan! Cambiaste tu número
- ¡Sí! ¿Cómo anda todo por ahí?
La víctima, sin darse cuenta, abre el camino para que el estafador continúe con su maniobra delictiva. Usualmente el delincuente intentará pedirle ayuda a la víctima enunciando que tuvo un pequeño percance y que necesita dinero o, más comúnmente, las fotos de su documento de identidad para recibir algo a su nombre (maletas, por ejemplo) como pasa en los fraudes por teléfono.
Secuestro de cuenta de WhatsApp mediante el código de verificación
La aplicación Whatsapp utiliza un código de verificación que llega a través de un mensaje de texto para que verifiquemos nuestra identidad cuando instalamos el servicio de chat en otro dispositivo.
En este caso, el fraude comienza con un mensaje que llega de un contacto que perdió acceso a su cuenta, o de un número no identificado, solicitándole a la potencial víctima que por favor le pase el código de verificación que por error fue enviado a su teléfono.
Si la víctima cae, los estafadores utilizarán ese número para tener ingreso a la cuenta de esa persona perdiendo éste el total acceso. Sucede muy a menudo que los estafadores se hacen pasar por entidades gubernamentales que solicitan este código para actualizar su base de datos. En este caso también se suele persuadir a la víctima utilizando mensajes dirigidos con nombre y apellido u otra información confidencial que allanan el terreno para la trampa.
WhatsApp no es el único medio que usan los estafadores; cada vez son más comunes las estafas por Instagram, donde utilizan técnicas similares para engañar a las víctimas y obtener acceso a información personal y cuentas de redes sociales.
Publicidad en WhatsApp sobre planes de ayudas económicas falsos
Esta metodología de persuasión consiste en un mensaje que le llega a la víctima en que se le ofrece un beneficio económico. Los estafadores utilizan firmas y logos de empresas, ONG o programas de ayuda social e invitan a las personas a corroborar si cumplen con los requisitos para obtener el incentivo de dinero. La aplicación es sencilla: sólo se solicita que se llene un formulario con los datos personales.
Este tipo de engaño se dio con mucha frecuencia en tiempos de pandemia. Los delincuentes sacaron provecho de las necesidades económicas y la fragilidad emocional que atravesaban las personas y logaron dar con muchas víctimas que, ante la urgencia de obtener un complemento económico, terminaron cayendo en la trampa por no tener información de cómo prevenir fraudes de este tipo.
Los datos solicitados en el formulario o base de datos son los mismos que se utilizan para cualquier otro tipo de transacción. Aunque puede parecer que alguien que desea robar solicitaría información de tarjetas de crédito, los robos de datos personales son un crimen muy común e igual de grave.
Con nombre, DNI, nacionalidad y dirección de correo electrónico, entre otros básicos de información confidencial, les es suficiente para realizar muchas otras estafas, lo que es importante para evitar fraudes por internet. Es primordial tener en cuenta la falsificación de la identidad gráfica de las instituciones, ya que están cada vez más logradas, por lo que identificarlos a primera vista no es tan sencillo como parece.