Escrito por: Jerónimo Corregido
Las apuestas son un tema sensible y las distintas religiones del mundo lo abordan de maneras diferentes, que van desde la prohibición hasta la indiferencia. En este artículo, un breve panorama de los cinco principales cultos: el cristianismo, el islamismo, el judaísmo, el budismo y el hinduismo.
Las prohibiciones del Islam son las más fuertes en relación con los juegos de azar.
Una ventana a las apuestas vistas por distintas religiones del mundo
Hay más de 4.200 religiones en el mundo: este artículo no planea ser una investigación profunda sobre los juegos de azar en los diferentes cultos, sino una aproximación al tema desde la mirada de las cinco religiones más difundidas del planeta. Desde las prohibiciones del Islam hasta la indiferencia práctica del budismo, se pueden ver todos los matices en la relación con las apuestas.
Cristianismo: sin prohibiciones pero con reparos
La Iglesia Católica ha tenido tradicionalmente una postura tolerante en relación con los juegos de azar. Su doctrina no los considera contrarios a la justicia, siempre y cuando se desarrollen de manera íntegra y transparente.
Cuando generan adicción, o representan un impedimento de sustento, o se relacionan con el fraude, la Iglesia se opone a las apuestas. En esto no hay diferencias entre las religiones del mundo, en vista de que es un tema prácticamente de sentido común.
El protestantismo ha tenido una perspectiva mucho más crítica del juego, sobre todo a través de sus corrientes derivadas del calvinismo. En esa vertiente se rechazan todas las prácticas que atenten contra la cultura del trabajo y el desarrollo personal y comunitario.
De todas formas, las últimas declaraciones del Papa León XIV acercan el pensamiento de la Iglesia Católica a la mirada del protestantismo. El líder del Vaticano se refirió en términos críticos a las tragaperras y las vinculó con la falta de esperanza.
Las prohibiciones del Islam y sus motivos
Mucho más prescriptiva es la postura que se asienta en el Corán, libro sagrado del islamismo. Allí se describe a los juegos de azar como obras del demonio y se indica evitarlos. A diferencia del cristianismo, en el Islam no se matiza el efecto de las apuestas y se les adjudica la degradación de los valores.
Esta prohibición es, entre todas las religiones del mundo, la más tajante. Es común la creencia de que los juegos de azar benefician a los poderosos al quitarles dinero a los más débiles. En la práctica, esto pareciera verificarse en el hecho de que la ludopatía tiene consecuencias más tangibles en las clases bajas que entre los grupos privilegiados.
El pragmatismo de los hinduistas
En el hinduismo no hay prohibiciones expresas contra los juegos de azar. Sin embargo, sus referentes espirituales desaconsejan la actividad. En la práctica, las prerrogativas se parecen bastante a las del cristianismo: evitar los efectos nocivos del juego, la dependencia, la deuda y las pasiones desmesuradas.
El hinduismo se apoya en la idea de karma, en la que se sostienen muchas culturas actuales. Se trata del ejercicio continuo de las virtudes para alcanzar la iluminación a lo largo de sucesivas reencarnaciones. En términos más concretos, el karma es la creencia de que conviene hacer el bien, tanto con uno mismo como con los demás.
Budismo: un guía de conducta
De modo similar que el hinduismo, las culturas budistas han presentado una mayor tolerancia a las apuestas. No existe un reglamento o doctrina sobre el tema, sino que la cuestión se supedita al precepto general de buscar un sentido ético en las consecuencias de las acciones.
Por eso, no se establece que el juego sea algo negativo en sí, sino que se lo pone en relación con su devenir. Si genera adicción, endeudamiento y problemas familiares, entonces debe ser evitado.
La pasividad de budismo e hinduismo choca con las prohibiciones del Islam, especialmente en el sudeste asiático. De países donde el juego es mala palabra, como la Malasia islámica, se pasa a lugares de mayor aceptación, como la Tailandia budista. Incluso dentro del mismo país pueden coexistir perspectivas opuestas, como en Indonesia, de mayoría musulmana, pero donde viven muchos hinduístas.
Las vertientes del judaísmo
El judaísmo es una de las religiones más antiguas del mundo, y como tal, posee miradas diversas y hasta opuestas sobre muchos temas. Los juegos de azar son uno de ellos.
La perspectiva más conservadora es de índole prohibitiva y señala que quien gana en una apuesta, en realidad está robando. El dinero no le pertenece en buena ley, es producto de una artimaña.
Otra mirada, más conciliadora, indica que los juegos de azar pueden ser inofensivos, siempre y cuando se los aborde con moderación y sin apostar sumas altas. Algo en lo que se parece a las demás religiones y algo en lo que se han puesto de acuerdo la mayor parte de las instituciones del mundo.
