Brasil: la ley de juego corre riesgo por su postergación
Con el mercado más grande de América Latina, Brasil es un punto clave para la industria del juego. Sin embargo, el país no tiene reglamentación alguna. La Cámara de Diputados ya aprobó una ley que habilita y fiscaliza casinos, casas de apuestas, jogo do bicho, bingos, loterías y operadores en línea. Sin embargo, el Senado no se apurará en tratarla.
Brasil ya tiene media sanción legislativa para la ley de juegos. Se espera por el debate en el Senado. (©JoeBamz/Pixabay)
La Cámara de Senadores, sin prisa para tratar el proyecto
La ley de juego ha dado mucho que hablar en Brasil, pues ha sido motivo de debates intensos. Sus opositores, en particular, recurren al sensacionalismo y la espectacularidad para fundamentar sus opiniones: se trata de la bancada evangelista, partidaria del presidente Bolsonaro. El mismo primer mandatario ya había anunciado que vetaría el proyecto de ser votado finalmente como ley.
El tema dio mucho que hablar en los medios de comunicación, y esto afectó la imagen pública de los legisladores involucrados. Muchos de ellos demostraron no saber interpretar las necesidades de una sociedad que tiene internalizados los juegos de apuestas desde hace más de un siglo y medio. Por eso es que, en un año electoral como lo es 2022, los partidos políticos prefieren cuidar a sus candidatos y no exponerlos a leyes que, cualquiera fuera su resolución, dejarían descontentas a un buen sector del electorado.
Incluso desde el PT (partido opositor al oficialismo) indican que no sería bueno debatir la ley este año. Desde el sector bolsonarista, aun hay menos intención de tratar el proyecto, dado que las probabilidades parecen estar en su contra. Así lo muestra el precedente marcado por la aprobación de más Loterías Estatales para financiar ministerios públicos, votada en el mismo Senado a principios de marzo.
Como fuera, los esfuerzos de los legisladores parecieran estar más enfocados en hacer un buen año electoral que en debatir cuestiones troncales. Mientras tanto, la industria del juego sigue funcionando en una zona gris. Esto permite que sectores como el tradicional jogo de bicho sean fuente de empleo para miles de brasileños, sin un marco institucional que estructure la actividad.
Un debate muy mediático y posiciones polémicas
Si bien hay representantes de más de un partido involucrados en el proyecto de ley de juego, el más acérrimo de sus opositores es la sección evangelista. Este sector asocia la industria del casino con prácticas indecentes que le son impropias a sus feligreses; según la visión de varios legisladores, la actividad del juego puede decantar en delito, crimen y degeneración de la personalidad. La ministra Damares Alves directamente declaró que los juegos de azar están vinculados con el diablo.
Este tipo de posturas fueron utilizadas por los medios de comunicación para darle visibilidad al tema, que pronto cobró una importancia central en la opinión pública. Con el foco tan puesto en el tema, no es conveniente para muchas figuras políticas exponerse a la condena popular, independientemente del bando representado. En especial para Bolsonaro, quien empezó con un discurso muy fuerte en contra de la industria del juego, pero en tanto que se acercan las elecciones se fue moderando. Según la consultora PowerData, la población brasileña está bastante dividida en sus opiniones sobre la materia.
Tanto es así, que en vísperas de la aprobación del proyecto en la Cámara de Diputados, el actual mandatario de Brasil señaló que los juegos de azar son un tema complejo con muchos asideros y que es necesario escuchar a todas las partes involucradas. También señaló que, si la ley tiene un apoyo mayoritario en ambas cámaras, su derogación por vía del Ejecutivo no sería total. Así, le abrió una puerta al tema que hasta el momento parecía vedada.
El avance del juego en ambas cámaras
Los diputados nacionales aprobaron el proyecto de ley tras un largo debate que llegó hasta altas horas de la noche. El resultado fue 246 votos a favor y 202 en contra. En su mayoría, los legisladores que votaron por el sí manifestaron la necesidad de regular una industria que ya está activa en Brasil , y que sin un marco oficial no puede dar garantías de transparencia. El caso del jogo do bicho, la popular lotería que usa imágenes de animales, es emblemático, pues se trata de un entretenimiento que viene desde hace generaciones y que está muy arraigado en la sociedad.
Por su parte, la Cámara de Senadores aprobó otro proyecto de ley, mediante el que aprueba la apertura de nuevas loterías de índole estatal. Su función será recaudar ingresos para las áreas de salud y de turismo, dos de las mayores afectadas por la pandemia de Covid. Este hecho parece sentar un buen precedente para la legislación del ámbito privado, puesto que, si el Estado tiene el visto bueno para generar ganancias mediante los juegos de azar, no habría objeciones morales para que lo hicieran los privados.