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La Cámara de Diputados de Brasil aprobó la ley de juego online

En la última sesión del Congreso brasileño, se dio la media sanción el proyecto para legalizar las apuestas por una diferencia de 44 votos. Ahora pasará a la Cámara de Senadores. La aprobación se dio en un marco de intenso debate, tras meses de negociaciones y pronunciamientos políticos muy mediáticos. Brasil parece listo para sumarse a los mercados regulados de Latinoamérica.

Cámara de diputados.

La ley de juegos de Brasil contemplará casinos, apuestas deportivas, loterías, juegos de bicho y plataformas online. (©️HarryStueber/Pixabay)

Un paso hacia la legalización

La tendencia en América Latina en los últimos años ha sido la reglamentación de las apuestas, tanto tradicionales como en línea. Esto responde a la necesidad de legislar una actividad comercial que, de otra manera, no contaría con intervención ni participación estatal. Brasil representa el mercado más grande del continente, por lo que ha estado en la mira de las grandes empresas del juego desde hace tiempo.

Así pues, el 24 de febrero la Cámara de Diputados aprobó el proyecto para regular todos los juegos de apuesta: casinos, bingos, operadores online y hasta el famoso jogo do bicho (“juego del bicho”), la lotería informal más popular de Brasil. El resultado de la votación arrojó 246 votos a favor y 202 en contra, en una sesión que duró hasta la madrugada. El tema fue motivo de un acalorado debate durante todo el 2021, con la intervención del propio presidente Jair Bolsonaro, quien anunció que vetaría la ley si fuera efectivamente legalizada.

El proyecto fue relatado por el diputado Felipe Carreras (PSB-PE), y presenta la posibilidad de legalizar los juegos de manera permanente o por un tiempo estipulado. Además, conforme lo expuesto en la ley, los hoteles y las embarcaciones turísticas podrían empezar a contar con casinos en sus instalaciones. Esto representa una noticia auspiciosa para una parte del sector del turismo.

La legalización de la actividad de los operadores de juego en Brasil venía siendo una prioridad del sector durante los últimos tiempos. Con las apuestas muy arraigadas en su tradición cultural, el país parece precisar de un marco regulatorio que proteja a los usuarios y brinde garantías de respaldo a la industria. El momento parece haber llegado gracias a la puja del área online, que viene en franco crecimiento en todo el mundo y cada año crece más exponencialmente.

Las diferencias de opiniones entre facciones políticas

La negativa del presidente Bolsonaro a la ley de juego responde a los intereses de la bancada evangelista del Congreso, que representa uno de los principales bastiones de apoyo parlamentario al actual Jefe de Estado. Según la perspectiva de ese sector político, de gran peso en Brasil, la actividad del juego es moralmente indefendible y el gobierno debe proceder a su persecución y clausura total.

En efecto, ese programa parece inconcebible en un país donde las loterías, las apuestas deportivas y los juegos de azar forman parte de la praxis cotidiana. Días antes de la votación en el Congreso, el Presidente de la Cámara, Arthur Lira (PP-AL) señaló que solo en San Pablo deben de haber más de 300 casinos sin regular. Asimismo, apuntó al rol de las casas de apuestas deportivas, que auspician eventos deportivos y ya son parte del mundo empresarial brasileño. Hasta la propia selección de fútbol tiene como sponsor un operador de juego en línea. Con todo eso, la regulación pareciera ser el camino ideal para mantener los estándares de seguridad y darle un marco oficial al rubro.

Es significativo el caso del jogo do bicho, un tipo de lotería particular de Brasil, que consiste en el uso de animales. Este juego data de 1892, cuando João Batista Drummond lo inventó como atracción en su zoológico del estado de Río de Janeiro. Las autoridades lo prohibieron, pero la popularidad se había hecho tan grande que se volvió un fenómeno incontenible. Según la Fundación Getulio Vargas, en el 2014 movió entre US$260 y US$554 millones. En la década de 1990, el jogo do bicho empleaba en la ciudad de Río a unas 50.000 personas. La reglamentación de esta actividad parece ser una cuestión fundamental para las autoridades.

La perspectiva general es que toda industria que esté bajo el marco de una ley podrá funcionar de una manera más sustentable y transparente. El caso de las apuestas y los juegos de azar es auténticamente representativo de una cuestión política más general.

La implementación de la ley

El proyecto involucra la creación de una plataforma de control para los operadores, el Sistema Nacional de Jogos e Apostas. Los integrantes del organismo serán: un instituto público de supervisión de apuestas, instituciones del turismo, empresas contables, agencias de auditorías de juegos, y entidades de regulación del mercado.

Para los bingos, el límite de la ley es un local por cada 150 mil habitantes, con 400 máquinas como máximo en cada establecimiento. También permite la explotación del servicio en estadios con capacidad para más de 15 espectadores.

Para el jogo do bicho, habrá licencias para un operador por cada 700 mil habitantes. La ley también exige que los operadores de esta actividad declaren reservas por R$10 millones en calidad de garantía de pagos.

En cuanto a los resorts, para incluir casinos deberán tener por lo menos 100 cuartos, locales para eventos, restaurantes, emprendimientos gastronómicos y espacios de compras. Los sitios de juegos de apuestas no podrán comprender más de un 20% del espacio físico del hotel.

La ley espera por su discusión en la Cámara de Senadores, pero todas las condiciones parecen estar dadas para que sea sancionada. Las actores políticos que han promovido la iniciativa no descartan actualizaciones y enmiendas luego de su aprobación plena, en el marco impositivo o relativo al juego responsable.

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Esta entrada se publicó el 7.3.2022 en estafa.info, bajo las palabras clave apuestas deportivas, Brasil, juego online, regulación.
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