El presidente Daniel Noboa quiere que en la consulta popular de este año se incluya una pregunta sobre la posibilidad de reabrir los casinos en Ecuador para hoteles cinco estrellas. La Corte Constitucional todavía no ha aceptado su inclusión, como tampoco la de otras preguntas sobre distintos temas.

Aunque los casinos online están funcionando, los casinos de tierra siguen prohibidos.
Proyecto de consulta popular y la expedición de la Corte Constitucional
Desde hace tiempo el presidente Daniel Noboa viene insistiendo con una consulta popular que aborde temas de defensa, seguridad, empleo y economía. Entre la lista de preguntas que promueve el Poder Ejecutivo, se incluye una sobre la posibilidad de reabrir los casinos en hoteles cinco estrellas.
A pesar de que los casinos online ya son una realidad en el país, las salas de juego presenciales no están habilitadas. Con esto, el mandatario intenta generar consenso político y social para que se recuperen los espacios de casino en la hostelería de alta gama.
Se trata de un negocio al que le puso fin el expresidente Rafael Correa en 2011, mismo año en que lo hizo Hugo Chávez en Venezuela. Desde entonces, ambos países han mantenido un bloqueo al sistema de juego tradicional.
El proyecto de consulta popular ha llegado a la Corte Constitucional, donde, hasta el momento, solo se ha aprobado una de las siete preguntas enviadas por el Ejecutivo. Es la relativa al establecimiento de una Asamblea Constituyente con representantes elegidos por el pueblo para crear una nueva Constitución.
Otros temas que pide tratar el presidente son el permiso de las Fuerzas Armadas para situaciones de seguridad interna y la contratación laboral por hora.
En paralelo, la Corte Constitucional analiza las propuestas de Noboa para un referéndum. La particularidad es que éste, a diferencia de la consulta popular, modifica de manera directa la Constitución.
La Corte Constitucional ya ha aprobado tres preguntas para el referéndum. Son las que atañen a la apertura de bases militares extranjeras en territorio nacional, la asignación de recursos públicos para los partidos políticos, y la reducción del número de asambleístas durante la reforma.
Casinos en Ecuador: las implicancias del proyecto
Mientras que el exmandatario Correa veía en los casinos un entramado de improductividad y lavado de dinero, para Noboa la industria del juego es una fuente de oportunidades. No solo para acelerar la muy dormida economía ecuatoriana, sino para recaudar impuestos.
En efecto, el gravamen fiscal de los casinos en hoteles cinco estrellas sería del 25% de los ingresos netos de juego. Además, el empresariado espera que la reactivación del sector del juego implique una consolidación para el turismo.
Esta área ha crecido un 17% en este año, según datos de la ONU Ecuador, con grandes cantidades de viajeros de distintas partes del mundo. El desarrollo del turismo se vincula asimismo con la potencial pregunta sobre flexibilidad laboral de la consulta popular.
Mientras que las grandes salas de juego se orientan más a visitantes internacionales, la atención de los ecuatorianos para mucho más enfocada en los casinos online. Tanto es así que los operadores que compiten por insertarse en el ámbito de la hostelería también miran con interés los permisos de apuestas a distancia.
Al mismo tiempo, el regreso del juego localizado representaría una nivelación, en vistas de que los casinos online han tomado la delantera durante la última década. Desde el empresariado señalan que esta política ha llevado al desprestigio de los juegos de azar ante la mirada ciudadana.
El oficialismo sostiene que los aportes de los casinos en Ecuador podrían ser utilizados en planes de salud y desarrollo social. No obstante, desde la oposición enarbolan al menos siete denuncias por corrupción contra el presidente, y alegan que el incremento de los fondos públicos terminaría en el partido gobernante.