El timo de las preferentes fue un escándalo desatado a partir de la comercialización de activos de alto riesgo entre un público de ahorristas no especializados. Con esta estrategia, las entidades financieras lograron costearse la crisis de 2008, a cambio de dejar sin dinero a más de 700.000 españoles.

La estafa con preferentes tuvo como objetivo a las clases populares de España.
¿Qué fue el timo de las preferentes?
Un caso en abstracto: despunta la década de los 2000, suena el teléfono de tu casa y es la empleada del banco del pueblo, que te avisa sobre un nuevo producto que te dará una gran rentabilidad: las preferentes. ¿Operación aceptada?
La mayor parte de los afectados respondió que sí, ya fuera mediante un llamado telefónico de esas características o luego de una cita en el banco del que eran clientes. No sabían que estaban entrando, como víctimas, a una de las peores estafas de la historia española: el timo de las preferentes.
Este tipo de acciones fueron comercializadas por las entidades financieras españolas a través de paraísos fiscales, desde la década de 1990 hasta el año 2002. Fue en 2003 cuando el gobierno de José María Aznar legalizó estos instrumentos de alto riesgo, como parte de sus políticas de desregulación y apertura de capitales.
Desde entonces se dio una aceleración por parte de los bancos en los intentos de colocar las acciones preferentes en el común de la sociedad. Esto se dio porque los grandes inversores mayoristas las habían catalogado como instrumentos de alto riesgo, al tiempo que su mercado perdía liquidez. Además, son inversiones permanentes, que no permiten operar conforme su cotización.
Así fue que, en lo que parece una operación mancomunada de las entidades financieras españolas, las preferentes comenzaron a ofrecerse con insistencia entre los ahorristas sin experiencia en inversión. Con promesas de alta rentabilidad, más típicas de estafas piramidales que de negocios serios, los bancos consiguieron sumar a esta ola de especulación a más de 700 mil personas.
¿Por qué las preferentes son un timo? La explicación paso a paso
Si se hubiera tratado de un instrumento financiero más estable, el caso no habría cobrado la envergadura que tuvo. Al mismo tiempo, si los bancos y cajas hubiesen informado con claridad sobre los riesgos de la inversión, muy pocos ahorristas habrían accedido.
Es en la mixtura entre esas dos variables que se dio el timo de las preferentes: por un lado, acciones muy poco líquidas y sin posibilidad de retiro; por el otro, instituciones financieras que transmitieron la oportunidad de una manera muy poco transparente. Para muchos expertos, fue lisa y llanamente un engaño.
Según el abogado Ricardo Torres, presidente de la asociación de afectados Apacbank, la mayor parte de sus representados legales son personas de muy avanzada edad, gente analfabeta, hipoacúsicos y pacientes mentales. Este fue el público al que le apuntaron los bancos para colocar el timo de las preferentes.
De hecho, esta colocación de activos respondió a la necesidad que tenían los grandes capitales de quitárselos de encima. A partir de la burbuja inmobiliaria y la crisis de 2008, los bancos buscaron que sus altos costos operativos fueran financiados, justamente, por sus clientes.
La principal falacia transmitida desde los operadores financieros fue que las acciones preferentes eran de renta fija. Esto no es así en absoluto, ya que son de renta variable, y sus intereses solo son pagados cuando hay ganancias para la entidad prestadora, es decir, el banco o la caja en la que se lo contrata.
Otro engaño grave es que el dinero se podía recuperar en cualquier momento. El timo de las preferentes consta, justamente, en el carácter permanente de la inversión. Además, todo el capital se puede perder en caso de quiebra de la entidad. No solo no se garantizaba la rentabilidad, sino que se ponía una suerte de cepo sobre el dinero.
Las investigaciones oficiales continúan, pero los ahorristas nunca recuperaron su dinero, en tanto que los bancos y las cajas siguieron funcionando con normalidad. Calcular el monto del fraude es muy difícil, pero no bajaría de los 30 mil millones de euros. En algunos lugares, como Mataró, la cantidad de estafados llegó al 10% de la población.