La Policía Bonaerense allanó el Bingo de Moreno a través de una orden del Juzgado Federal N.º 2 de Morón, en una investigación por juego online clandestino. También hay sospechas sobre lavado de activos. El cierre temporario del bingo sirvió para visibilizar sus efectos en la comunidad.

Las autoridades buscan pruebas de que haya funcionado un bingo ilegal.
El Bingo de Moreno, bajo la lupa
En el mes de septiembre se dio una peculiar situación en el Oeste de Buenos Aires. Se trató del sorpresivo allanamiento del Bingo de Moreno, uno de los más visitados del amplio conurbano. El operativo respondió a la orden del juez Jorge Rodríguez del Juzgado Federal N.º 2 de Morón.
Tanto la División Delitos Complejos como el GAD (Grupo de Apoyo Departamental) de la Policía Bonaerense se hicieron presentes a las 9 de la mañana del día 11. Los empleados que estaban en funciones permanecieron dentro del predio, mientras que quienes esperaban para iniciar su turno permanecieron afuera.
El allanamiento se llevó a cabo sin declaraciones a la prensa ni palabras oficiales sobre los motivos y las conclusiones. Sin embargo, se dio a conocer que el tema principal son las operaciones de juego online sin licencia, que se estarían administrando desde fuentes cercanas al Bingo de Moreno.
Puntualmente, hubo referencias a redes sociales en las que se promocionaban juegos de casino online de manera clandestina. Un tipo de prácticas que ha crecido a paso acelerado en toda la Argentina, y que resulta inadmisible de un operador legal, que lleva adelante su negocio localizado con licencia del Instituto Provincial de Loterías y Casinos (IPLyC) de Buenos Aires.
Por la misma causa, habría habido otros allanamientos en distintos puntos de la provincia. No obstante, las fuentes oficiales no han confirmado ningún otro operativo. En cuanto al Bingo de Moreno, se especula que, además de estar sospechado por juego online ilegal, también se le apunta por lavado de dinero.
Se trata de uno de los centros de apuestas más concurridos del Oeste, comparable con el Bingo de Morón, el Bingo de San Martín o el Bingo de Merlo. Es una de las zonas más densamente pobladas del país.
El juego ilegal, ¿responsable del juego adictivo?
Una de las principales observaciones que se vio en la prensa local a raíz del allanamiento fue la larga cola de vecinos que se formó en las puertas del Bingo de Moreno durante su temporario cierre. Fueron cientos y cientos de vecinos que se mantuvieron firmes esperando su turno para entrar.
A pesar de que el operativo duró varias horas, las filas de jugadores no mermaron. Según la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, esa postal permite ver cómo se gesta la ludopatía en las comunidades donde se instalan bingos y casinos.
En ese sentido, el Defensor Adjunto del Pueblo, Walter Martello, señaló que la adicción al juego no necesariamente se vincula con la ilegalidad. La larga espera de los vecinos de la zona y, en muchos casos, su desesperación por la demora son síntomas de lo que producen las tragamonedas en la sociedad.
Así y todo, resulta innegable que el juego legal presenta protocolos de seguridad y protección al usuario que, en la modalidad clandestina están completamente ausentes. Es algo que se manifiesta con más claridad en las apuestas online, especialmente por la verificación de la identidad.
Ese es el paso que define si pueden ingresar menores a los sitios de apuestas o si permanecen excluidos. Mientras que todos los operadores de juego online con licencia disponen de verificación de edad, las plataformas ilegales suelen ser un colador para menores y personas en situación de vulnerabilidad.