Disputa legal entre casinos en Chile por el servicio online
El Grupo Dreams, gigante corporativo chileno, ha realizado una denuncia contra Betsson por la prestación de servicios ilegales en el país. La ley de juego online en Chile aún no se ha aprobado, y si bien ya hay mesas de enlace, la actividad no está oficializada en el país. Esta zona gris favorece la disputa entre empresas con intereses encontrados.
El Casino Monticello embiste contra Betsson por vías legales. (©WilliamCho/Pixabay)
La denuncia del Casino Monticello del Grupo Dreams
Chile se ha convertido en un mercado de conflicto entre casinos. A principios de marzo, los ex fiscales Vinko Fodich y Alejandro Peña presentaron una denuncia en representación del
Casino Monticello, operado por Dreams. En el documento se señala la explotación ilícita de la modalidad de juegos en línea por parte de la empresa Betsson, que ha tenido una gran difusión en el país en los últimos tiempos. En la denuncia presentada ante la Fiscalía Metropolitana Oriente, el Grupo Dreams insiste en ir detrás de todos los actores que permiten la comercialización de este servicio sin una legislación oficial.
En la actualidad existen numerosos operadores de juegos de azar por Internet que no cuentan con la aprobación de la Superintendencia de Casinos de Chile, sino que se rigen con certificados emitidos por autoridades internacionales. Esta zona gris en la legislación, en la que se admiten ciertas prácticas fuera de lo explicitado por la ley, fomenta el desorden en el mercado, como ejemplifica este caso.
Carlos Silva, fiscal corporativo de Dreams, también hizo eco de las desventajas que presenta la ilegalidad: lejos de motivar un juego más seguro, atenta contra el control de los capitales, la protección de los usuarios y la competencia transparente. Por eso es que el Grupo ha dado su apoyo el proyecto de ley de juego online presentado por el Poder Ejecutivo ante el Congreso, con vistas a integrarse en este novedoso mercado que auspicia grandes ganancias.
El Grupo Dreams se unió recientemente a Enjoy S.A., y juntos formaron uno de los conglomerados de juego más grandes de América Latina. Se calcula que, en la actualidad, son responsables por casi el 60% de la industria en Chile. También cuentan con casinos en Argentina y Perú. Por eso es que la compañía está a la espera de que el juego online se lance de manera legal, con el fin de inaugurar su propia plataforma. El hecho de que otras empresas se hayan adelantado a la ley va en contra de este proyecto.
La presencia de Betsson en Chile
En efecto, la corporación sueca de juego no ha pasado inadvertida en el país sudamericano. De hecho, se convirtió en la auspiciante de uno de los equipos de fútbol más conocidos, Colo Colo. Además, contrató a Iván Zamorano, leyenda del deporte local, como su imagen pública. Betsson ya había declarado que Chile era uno de sus principales mercados en América Latina y que espera seguir creciendo allí.
La empresa utiliza su licencia de la Autoridad de Juego de Malta (MGA) para operar en el continente, teniendo en cuenta que la mayoría de las legislaciones sudamericanas no contemplan el juego en línea. Además, según señala la denuncia de Dreams, Betsson no informa un domicilio para su centro de operaciones en Chile en su página web, a pesar de que debe de tener alguna representación en el país para llevar a cabo sus negocios.
Entre los juegos anunciados en Betsson se cuentan títulos listados en el Registro de Homologación de la Superintendencia de Casinos. La entidad de control deberá pronunciarse sobre esto. En el mes de junio de 2021, ya le había comunicado al Casino de Monticello que estaba realizando un seguimiento del caso, en respuesta a reclamos previos del grupo.
Urgencia por una ley de juego online en Chile
Luego de un largo tiempo de negociación, pareciera ser que el 2022 será el año de la regulación de la materia. El Ministerio de Hacienda presentó un proyecto de ley a comienzos de marzo en el Congreso chileno. El documento espera por el debate de los legisladores.
Allí se estipulan las bases para la emisión de licencias a operadores de apuestas en línea, que sería de dos tipos: general (con 5 años de duración y la posibilidad de renovarla) y especial (para explotar apuestas en línea durante 60 días, sin renovación). El proyecto también contempla el marco impositivo para las empresas.
La disputa entre Dreams y Betsson es un síntoma de la regulación tardía de la actividad en Chile. Sin dudas, la legalización traerá una mayor estabilidad para los operadores, al tiempo que le brindará más garantías a los usuarios. El país se suma a la oleada regulatoria de la región: la mayoría de las provincias argentinas aprobaron sus leyes en 2021, y en Brasil el proyecto de ley ganó media sanción en la Cámara de Diputados.